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Biografía de Doyle Davidson:


Doyle Davidson nació en una granja cerca de Sarcoxie, Missouri, en 1932. Él sirvió como miembro médico de un hospital de la Marina de los Estados Unidos durante la guerra de Corea, pasando 27 meses en Yokosuka, Japón. Después regresó a los Estados donde fue admitido por la Universidad de Missouri en la Facultad de Medicina Veterinaria en 1958. Justo antes de entrar a la Facultad de Veterinaria, Dios lo visitó y le dijo: «Yo no quiero que seas veterinario, quiero que seas ministro del evangelio». Él no obedeció a Dios ese día y continuó con sus planes y recibió un doctorado en Medicina Veterinaria. Él se mudó al norte de Texas y estableció con éxito la práctica veterinaria equina.

En 1968 Dios se movió en la vida de Doyle y por dos años, la presencia del Señor lo acompañó en su coche preguntándole cuándo iba a predicar el evangelio. El Señor lo dirigió en 1969 a vender su hospital y él lo obedeció. El 2 de enero de 1970, la venta fue finalizada y él se alejó, sin saber a dónde iba a ir. Aunque había nacido de nuevo cuando era un niño pequeño, Jesús vino a ser Señor de su vida ese día y él fue bautizado posteriormente en el Espíritu Santo y en agua. Dios lo mandó a Israel en 1974, ungiéndolo para predicar el evangelio en la Tumba del jardín el 16 de junio con el pasaje de Hechos 1:8 ardiendo en su corazón. En 1980, Dios instruyó a Doyle para que hablara a la gente de Plano, Texas. Él estableció el ministerio de Water of Life (Agua de Vida) y en 1982 terminó con su práctica veterinaria.

Doyle es llamado como un siervo y apóstol del Señor Jesucristo. En 2017 el Señor le dijo: «Te he elegido y enviado a las cuatro esquinas de la tierra para que lleves mi palabra sin desesperación o miedo».



INTRODUCCIÓN

En noviembre de 1988, recibí un pedido de un pastor en África por algunos de nuestros casetes. Dios me dirigió que le mandara diez casetes de enseñanza y así lo hice. Recibimos ocho pedidos más de casetes en noviembre y diciembre de 1988 y luego nos pidieron 6000 en 1989.

Para junio de 1990, habíamos enviado más de 88,000 horas en casetes de enseñanza y alabanza a 9,000 personas en los Estados Unidos de América y a 18 países extranjeros.

En agosto de 1989, Dios me dirigió poner a disposición en casetes las enseñanzas que Él me ha dado “El Evangelio y sus Beneficios” y “La Sangre de Jesús”. Desde agosto de 1989, hemos enviado, gratis bajo petición, un casete cada mes durante 20 meses, empezando con el primer casete de la serie: “Él Resucitó”.

Dios ahora me ha dirigido en poner las enseñanzas de “El Evangelio y sus Beneficios” y “La Sangre de Jesús” en libro y distribuirlos otra vez, gratis bajo petición.

En 1 Corintios 9:9-18, el apóstol Pablo dice:

9 En la ley de Moisés está escrito: «No pondrás bozal al buey que trilla.» ¿Se preocupa Dios por los bueyes

10 o lo dice enteramente por nosotros? Sí, por nosotros se escribió esto, porque con esperanza debe arar el que ara y el que trilla, con esperanza de recibir del fruto.

11 Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿será mucho pedir que cosechemos de vosotros lo material?

12 Si otros participan de este derecho sobre vosotros, ¿cuánto más nosotros?
Sin embargo, no hemos usado de este derecho, sino que lo soportamos todo por no poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo.

13 ¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del Templo, y que los que sirven al altar, del altar participan?

14 Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.

15 Pero yo de nada de esto me he aprovechado, ni tampoco he escrito esto para que se haga así conmigo, porque prefiero morir, antes que nadie me prive de esta mi gloria.

16 Si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme, porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciara el evangelio!

17 Por eso, si lo hago de buena voluntad, recompensa tendré; pero si de mala voluntad, la comisión me ha sido encomendada.

18 ¿Cuál, pues, es mi recompensa? Que, predicando el evangelio, presente gratuitamente el evangelio de Cristo, para no abusar de mi derecho en el evangelio.


Esto es lo que Dios me ha instruido hacer, dar el evangelio de Cristo gratis.

Dios me ha revelado estas enseñanzas en lo últimos 20 años. Si tienes oídos para oír, deja a un lado tu orgullo religioso, tu tradición religiosa, tu tradición de hombre, tu denominación, tu teología y tu enseñanza de la escuela bíblica. 1 Corintios 8:1 nos dice que el conocimiento te envanece, pero el amor edifica. Es 2 Juan 1:6 declara: “6 Y éste es el amor: que andemos según sus mandamientos”. Y Juan 14:23 declara: “El que me ama, mi palabra guardará”.

Si tú amas a Dios, tú guardarás sus palabras, si tú guardas sus palabras, tú guardas su comisión y si tú guardas su comisión, tú predicarás el evangelio. Si tú predicas el evangelio, Dios te enviará y si Dios te envía, será porque tú estás predicando el evangelio.

Si tú predicas el evangelio, es el poder de Dios para la salvación a cualquier que crea, a los judíos primeramente y también a los griegos. Como Romanos 1:17 dice: “Pues en el evangelio, la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: «Mas el justo por (Su) fe vivirá»”. (cita en Habacuc 2:4).


CAPÍTULO 1

EL EVANGELIO ES UNA BENDICIÓN


Quiero empezar diciendo que el evangelio es siempre una bendición. En nuestro anterior libro "El Resucitó", aprendimos que el evangelio es la muerte, el entierro y la resurrección del Señor Jesucristo. También aprendimos que el poder de Dios para la salvación de todo aquel que crea. Ahora, quiero que sepas que el evangelio es siempre una bendición.

En Romanos 15:29, el apóstol Pablo dijo:

29 Y sé que cuando vaya a vosotros, llegaré con abundancia de la bendición del evangelio de Cristo.

¿Puedes ver esto? "La abundancia de la bendición del evangelio de Cristo". El evangelio es una bendición.

Ahora, si el evangelio es una bendición, entonces si Dios te enferma, la enfermedad debe ser una bendición. Esto no es verdad. Dios no te enferma.

Una vez oí a un predicador preguntar: "Si la enfermedad es una bendición, ¿por qué tratas de mejorar?" Buena pregunta, ¿verdad?

Entonces, el evangelio es siempre una bendición. Es siempre con poder. Y siempre es "sí". Es muy simple. Recuerda estas tres cosas y tú podrás saber si estás escuchando o viendo el evangelio.


CAPÍTULO 2

LA GRACIA DE CRISTO


Si el evangelio es siempre una bendición, entonces necesitamos ser capaces de reconocer el evangelio para poder entender la bendición de Dios. En su carta a los Gálatas, Pablo está escribiendo a la iglesia que se ha apartado del evangelio. Vamos a ver qué es lo que Pablo les dijo a ellos.

En Gálatas 1:6-7, él dice:

6 Estoy asombrado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente: 7 No que haya otro,…

Notas lo que dice aquí: "La gracia de Cristo". Los Gálatas fueron alejados de la gracia de Cristo a otro evangelio, no que haya otro.

¿Qué era ese otro evangelio? Juan 1:17 declara:

17 porque la Ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.

¿Puedes ver esto? La ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. La ley no es gracia. La ley no es la verdad. La ley es el "otro evangelio" Pablo habla del que no es otro.

Ve en Gálatas 1:6-7 otra vez:

6 Estoy asombrado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente: 7 No que haya otro,…

¿Qué le pasó a esta gente? ¿Cómo fueron alejadas del evangelio? Gálatas 3:1 nos dice que ellos fueron insensatos y no obedecieron la verdad. Ellos empezaron en el Espíritu y estaban ministrando la fe, pero después ellos se pusieron bajo la ley, bajo los Diez Mandamientos.

Algunos Que Te Perturban

Gálatas 1:7 continúa: "…sino que hay algunos que os perturban…" ¿No es asombroso esto? La gente te perturba cuando predica otra cosa que no sea el evangelio.

La iglesia es perturbada con falsas enseñanzas como: "Dios no cura", "Dios no hecha fuera demonios", "Dios no quiere que tú prosperes", "Dios no perdonará todos tus pecados, Él quiere que guardes dos o tres para que te acuerdes que tan malo eras".

Yo estaba hablando con alguien acerca de perdón de pecados y el Espíritu de Dios me dijo que le enseñara Isaías 43 y 44, para mostrarle que Dios ha borrado nuestras transgresiones. Así lo hice. Yo fui tan amable como pude.

Ella dijo: "Estas pisando sobre Tierra Santa". Yo dije: "Lo sé, te acabo de leer palabras santas".

Ella empezó a decirme como tú no puedes ser perdonado. Siempre tienes que recordar tus transgresiones. Pasé como 45 minutos hablándole las palabras de Dios y la convencí de creer en la Biblia. La gente que enseña otro evangelio te perturba.

En 1 Corintios 15:1-4 nos dice que el evangelio es que Jesús murió, Él fue enterrado y Él resucitó al tercer día. El evangelio no es: "No cometerás adulterio", "No hurtarás", " No dirás falso testimonio contra tu prójimo ", " No tendrás dioses ajenos delante de mí", "Honra a tu padre y a tu madre". Esto no es el evangelio.

El evangelio es esto: Jesús murió, Él fue enterrado y Él resucitó al tercer día. Él está sentado a la diestra del Padre. Además, Dios te resucitó a ti y a mí con Jesús y nosotros estamos sentados en los lugares celestiales con Él, este día.

Nosotros estamos a la diestra del Padre en Jesús, más allá de las potestades, principados, dominios y espíritus perversos. Además, Jesús está haciendo intercesión por nosotros hoy. Ese es el evangelio.

Alejado a Otro Evangelio

Pablo dijo en Gálatas 1:6-7:

6 Estoy asombrado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. 7 No que haya otro…

En otras palabras, ellos empezaron en el evangelio y regresaron a estar bajo la ley, bajo los Diez Mandamientos.

Los Estados Unidos de América pudieron haber empezado en el evangelio, pero regresaron a los Diez Mandamientos. América está tratando de practicar la ley.

Yo oí a un evangelista decir que el problema de América es la culpabilidad. La razón del problema en América es la culpabilidad es porque él y otros ministros de esta nación, toda mi vida, han predicado, "No harás…. No deberás…"

Si ellos predicaran que Jesús murió, Él fue enterrado y Él resucitó, ellos aprenderían que el evangelio es el poder de Dios para la salvación a cada uno que crea, para el Judío primeramente y también del Griego. Yo quiero a ese hombre (al evangelista). Yo te quiero lo suficiente como para leerte la Biblia que tú dices que crees cada palabra de ella.

¿Por qué no crees en ella? Está escrita en un nivel de quinto grado. No toma mucha inteligencia en leer la Biblia. Solo toma humildad. Dios concede la gracia al humilde y Él resiste al orgulloso todo el día. Y la gente religiosa es orgullosa.

Se un Siervo de Cristo

Mira en Gálatas 1:10:

10 ¿Acaso busco ahora la aprobación de los hombres o la de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.

Eso es poderoso, ¿verdad? Dios dijo que si vas agradar a los hombres, no puedes ser Su siervo.

Si tú predicas la doctrina del Bautista, la doctrina del Metodista, la doctrina del Pentecostal, si tú predicas prosperidad o sanidad porque agrada a algunos, Gálatas 1:10 nos dice que no debes de ser el siervo de Cristo.

Si tú predicas el evangelio, que Jesús murió, Él fue enterrado y Él resucitó, tú estás predicando las palabras de Jesús. Si tú predicas Juan 8:31-32, si tú continuas en Su palabra, entonces ustedes serán ciertamente Sus discípulos y sabrás la verdad y la verdad te hará libre, tú estás predicando las palabras de Jesús.

Si en vez de predicar palabras religiosas, tradiciones del hombre, has hecho que el evangelio de Jesucristo no tenga efecto alguno. Y si nosotros hacemos eso, Él dijo que tú y yo no tenemos ningún asunto en ser siervos de Cristo.


CAPÍTULO 3

EL EVANGELIO POR REVELACIÓN


Pablo recibió la revelación del evangelio para los Gentiles. Él lo recibió por el Espíritu de Dios. Él lo recibió en su espíritu cuando el Espíritu de Dios se lo reveló. No fue enseñado por el hombre. Y él recibió todo el Consejo de Dios.

En Gálatas 1:11-12, Pablo dice:

11 Pero os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí no es invención humana,

12 pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo.


Le doy gracias a Dios, que Él le reveló el evangelio a Pablo por Su Espíritu y no hizo que Jesús se lo enseñara, cuando Jesús estaba aquí en la carne. Hubo un tiempo en mi vida cuando pensé que necesitaba a un hombre en la carne que me enseñara las cosas de Dios. Me sorprendió pensar que Pablo recibió todas sus epístolas por revelación del Espíritu de Dios a su espíritu y que él las escribió todas.

Mira en Gálatas 1:12 otra vez:

12 pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo.

Yo puedo decirte sinceramente que no he estado en ninguna escuela Bíblica. No me he sentado a los pies de ningún hombre, solo de Jesús. Él me ha enseñado la Palabra.

Ningún hombre me hizo. Dios me hizo. Él me reveló el evangelio. Y yo sé una cosa. Yo conozco al Hombre que sirvo.

Tradiciones de Hombre

Ese Hombre, Jesús fue resucitado de entre los muertos, después de haber descendido al infierno por ti y por mí y Él intercede por nosotros hoy. Gálatas 1:8 dice que si nosotros predicamos otro evangelio que el evangelio de Cristo, seremos malditos (anatemas). Las denominaciones están malditas (anatemas) porque ellas predican las tradiciones del hombre. Ellos predican otro evangelio, que no es otro.

Las denominaciones necesitan arrepentirse de su orgullo, de su rebelión, de sus tradiciones de hombre y de su duda e incredulidad. Las denominaciones deben llegar humildemente ante el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, caer sobre sus rostros delante de Él y decir: "Dios perdona mi orgullo y mis tradiciones de hombre, por mi arrogancia, por mi autoestima y por mi conocimiento intelectual del evangelio: "que no es otro evangelio". Si ellos lo hacen, Dios los perdonará y los hará libres.

Tú puedes preguntar: "¿Qué te hace creer que tú puedes enseñar esto?" Yo no puedo. Es Jesús dentro de mí quien enseña. Yo solo puedo decir lo que Pablo dijo en Gálatas 2:20:

20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Él es el único quien está hablando a través de mí. Estas no son mis palabras. Yo no soy un regalo para la raza humana. Yo no soy un regalo para la iglesia. ¡Yo solo soy un siervo del Dios Altísimo!

Tú Puedes Oír a Dios

Pablo recibió el evangelio por la revelación de Jesucristo. Lo que me sorprende es que yo estaba tan cegado por el dios de este mundo, Satanás, que no podía oír la revelación de Dios. Ahora, Dios puede hablarme por horas. Yo oigo a Dios hablándome todo el tiempo. Yo puedo estar escribiendo cartas o dando un paseo y Dios estará hablando. Él me habla todo el tiempo.

Yo estaba en una reunión en Denton, Texas y un Cristiano que ha recibido el Espíritu Santo dijo: "yo desprecio a la gente quien tiene una línea directa al cielo". Hoy, yo me pararía y diría: "¡Gloria a Dios, aquí está uno a quien tú desprecias, porque yo tengo una línea directa al cielo!" Yo sería valiente.

Yo quiero que el diablo sepa que yo puedo oír a Dios. Tú también puedes. Juan 10:27 dice: "Mis ovejas oyen mi voz". Si hay algo que yo he enseñado a la gente, es que ellos pueden oír a Dios.

Yo tengo un amigo en Denton, Texas, a quien no he enseñado en ninguna escuela Bíblica desde 1975. Recientemente me dijo: "Si hay algo que yo he aprendido de ti, es esto, que yo puedo oír a Dios". Cualquiera puede oír a Dios.


CAPÍTULO 4

MALDICIONES POR PREDICAR OTRO EVANGELIO


Gálatas 1:7 concluye: "…7 sino que hay algunos que os perturban y quieren alterar el evangelio de Cristo"

La gente que enseña los Diez Mandamientos pervierte el evangelio. La gente que enseña: "Jesús no sana", pervierte el evangelio.

Pablo continuó en Gálatas 1:8-9:

8 Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anuncia un evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.

9 Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguien os predica un evangelio diferente del que habéis recibido, sea anatema.


Las maldiciones (anatemas) vienen por predicar otro evangelio. Cualquier cosa que no sea el evangelio de Jesucristo trae maldiciones a tú vida. Eso debe ser leído en cada iglesia en los Estados Unidos de América cada domingo por la mañana.

Un hombre que predica: "Dios no cura", está maldito (es anatema). Un hombre que predica: "Dios no puede perdonar todos tus pecados", está maldito (es anatema). Un hombre que predica: "Dios no ofrece prosperidad divina", está maldito (es anatema). La razón por la que él está maldito (es anatema) es porque la sanidad, perdón y prosperidad son todos los beneficios del evangelio del Señor Jesucristo.

¿Cuántos de nosotros hemos oído: "Dios no echa a los demonios; Dios no sana; Dios no nos prospera; lo único que Dios hace es salvarnos? Eso es lo que nos han enseñado. La gente que enseñó esas cosas está maldita (es anatema). Ellos están malditos (anatemas).

Muchos predicadores y teólogos en los Estados Unidos de América están malditos (son antemas), porque ellos han enseñado doctrinas que no son el evangelio. Si tú puedes leer esto y creer, deberías asustarte lo suficiente para que nunca más enseñes nada que no esté en la Biblia. Espero que pueda convencerte de esto.

¿Quién os Fascinó?

Ve lo que Pablo dice en Gálatas 3:1:

3¡Gálatas insensatos!, ¿quién os fascinó

Aquí está la Iglesia que recibió el Espíritu Santo amarrada con brujería.

…¿Quién os fascinó para no obedecer a la verdad,?...

¿Qué es lo que la brujería hace? La brujería te impide obedecer la Palabra de Dios.

Cada vez que un espíritu trata de alejarte de la Palabra de Dios, es un espíritu de brujería. No hay diferencia en quien está operando. Es solamente para seducir tu fe y alejarte de la verdad.

Hay muchos espíritus predicando en la iglesia hoy, seduciendo la fe de la gente de Dios. Hay muchos de ellos. Y tú los oirás.

Después que Dios ha abierto tus ojos y oídos, esos espíritus serán evidentes para ti. Cuando tengas la Palabra de Dios en tu corazón, tú los oirás hablando todo el tiempo, porque ellos están en cada esquina, tratando de seducir tu fe.

Obedece a la Verdad

En Gálatas 3:1, Pablo le dijo a las personas que eran insensatas, que ellos fueron fascinados y que ellos no estaban obedeciendo a la verdad. ¿Quieres saber cuál es la verdad? Es el evangelio. En Juan 14:6, Jesús dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”.

En Marcos 1:14-15, Jesús fue a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios diciendo: “Arrepiéntanse y crean en el evangelio”. Ten otra mentalidad, cambia tú voluntad y cree que Jesús murió, Él fue enterrado y Él resucitó al tercer día.

Cuando Jesús predicó el evangelio, Él todavía no había muerto. Él aun así dijo cree. “Arrepiéntete y cree, (que él murió y fue enterrado y resucitó el tercer día)”
La iglesia todavía no ha creído. Los predicadores todavía no lo han creído.

¿Sabes lo que los predicadores dicen? “¡Arrepiéntanse! ¡Arrepiéntanse! ¡Arrepiéntanse, pecadores!” Jesús no dijo eso. Él dijo: “Arrepentirse y crean el evangelio”.

¿Sabes lo que los predicadores dicen? “Arrepiéntanse y únanse a mi iglesia. Entra a una buena iglesia que enseña la Biblia”. Están tan engañados.

Jesús dijo: “Arrepiéntanse y creed (que yo morí, fui enterrado y resucité al tercer día)”. Eso es todo lo que se requiere para creer. ¿Sabías eso? ¡Gracias a Dios!

Tú ni siquiera tienes que creer que eres un pecador. Simplemente cree que Jesús murió, fue enterrado y resucitó.

¿Sabías que las personas en las iglesias de los Estados Unidos de América nunca han oído este mensaje? Todo lo que ellos han oído es: “Tú estás involucrado en pornografía, tú estás involucrado en licor, tú estás involucrado en esto y aquello”. Ellos nunca han oído: “Arrepiéntanse y crean en el evangelio”.

Jesús dijo arrepiéntanse y crean el evangelio por que el evangelio de Cristo es el poder de Dios para salvación. La verdad, que Jesús murió, Él fue enterrado y Él rsucitó es la habilidad de Dios para salvación para ti que creerás.

Tú puedes creer que eres un pecador. Tú puedes creer que la cerveza es mala, que la pornografía es mala y que todas esas otras cosas son malas. No te hace nada bien. No te llevará a nada.

Si tú crees que Jesús murió, Él fue enterrado y Él fue resucitó, te llevará al cielo. No solamente eso, sino que es el poder de Dios para la salvación mientras tú vives en la tierra. Es bueno saberlo. ¡Alabado sea Dios!


CAPÍTULO 5

ESCUCHANDO CON FE


En Gálatas 3:2, Pablo recordó a los Gálatas como ellos recibieron el Espíritu Santo:

2 Esto sólo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la Ley o por el escuchar con fe?

¿Recibiste el Espíritu Santo por sentarte en tus bancas de la iglesia, diciendo: “No codiciarás; Recuerda el día de reposo (sábado) y mantenlo santificado; No matarás; No hurtarás; No cometerás adulterio; No tendrás dioses ajenos delante de mí?”

¿Obtuviste el Espíritu Santo por las obras de la ley? Por supuesto que no. Tú recibiste el Espíritu Santo escuchando con fe.

Tú tal vez dices: “Bien Doyle, ¿Tú me estás diciendo que nosotros podemos desobedecer la ley?” No, yo no te estoy diciendo eso. Te estoy diciendo que si tú caminas en el Espíritu, tú no vas a cumplir con los deseos de la carne. Mira en Gálatas 5:16 y Romanos 8:1 y 8:4 por ti mismo.

Continuemos con Gálatas 3:3:

3 ¿Tan insensatos sois? Habiendo comenzado por el Espíritu, ¿ahora vais a acabar por la carne?

La ley opera en la carne. El Espíritu Santo viene por fe.

Mirar en el verso 4:

4 ¿Tantas cosas habéis padecido en vano? Si es que realmente fue en vano.

“Si es que realmente fue en vano”. Gracias a Dios, todavía hay una oportunidad. Todavía hay esperanza. Los evangelistas de la televisión y los predicadores religiosos en los Estados Unidos de América nos han enseñado desde nuestra juventud, diciendo “¡No harás eso, no harás aquello!” Bueno, mi amigo, “No harás eso” no ha hecho más que traer a esta nación a cautiverio y nos hace cometer más pecado.

El hecho es, traerte al conocimiento del pecado es exactamente lo que la ley estaba destinada a hacer. Si tú conocieras la Biblia, tú sabrías que enseñar a la gente la ley, enseñarles “No harás eso”, hace que ellos pequen más. Lee Romanos capítulo 7 por ti mismo.

Gracias a Dios que nosotros podemos arrepentirnos. Gracias a Dios que, si estamos confundidos, podemos dar la vuelta y seguir. Eso es lo que yo estoy enseñándote.

Haciendo Maravillas (Milagros)

El Espíritu Santo viene por oír con fe. Así que haciendo maravillas (milagros). En Gálatas 3:5, Pablo preguntó:

5 aquel, pues, que os da el Espíritu y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la Ley o por el oír con fe?

La respuesta es obvia, por oír con fe. Todo lo que tienes que hacer, es decir: “Gracias Jesús por hacer maravillas (milagros)”, y Él hará milagros todo el tiempo. Ese es el modo que Jesús trabaja.

Una vez, Jesús me dijo: “Yo quiero que veas como alimenté a cuatro y cinco mil personas”. Yo vi en Mateo capítulos 14 y 15 que Él tomó el pescado y los panes, levantó los ojos al cielo, los bendijo y dio gracias, entonces Él los dividió.

Yo dije: “¿Por qué no nos enseñaste el resto de tú oración? ¿Por qué no registraste la oración que oraste?” No pude creer que alguien pudiera tomar un pedazo de pescado, levantar la vista y decir: “Gracias, Padre” y empezar a alimentar a la gente.
Yo era un hipócrita cuando se trataba de orar. Pensé que necesitabas hablar al menos 20 palabras. Jesús solamente dijo: “Gracias Padre” y empezó a alimentar a la gente.

He aprendido desde entonces. Yo digo: “Gracias Padre, por hacer milagros. Gracias por la sanidad. Gracias por el Espíritu Santo. Gracias por la prosperidad. Gracias por el perdón”. Esa es mi oración. Ya no tengo oraciones largas. Solamente doy gracias a Dios. ¿Qué es lo que pasa? Mis oraciones funcionan. Y eso es lo que Jesús está diciendo aquí.

¿Alguna vez has salido y has dicho: “Bien, hoy yo quiero que Jesús sane” y tú predicas la ley, tú predicas: “Yo quiero que tú no cometas adulterio; quiero que tú no hurtes; quiero que tú no des falso testimonio; quiero que no codicies; quiero que no tengas dioses ajenos delante de ti” y de repente la gente es sanada? ¿Ha pasado esto? ¡No! No ha pasado.

Pero has puesto las manos en los enfermos y dices: “¿Gracias Dios que por tus llagas he sido sanado” y la gente fue sanada? ¿Ellos sanaron cuando hiciste eso? ¡Sí, absolutamente! ¿Tú sabes por qué? Porque sanidad está en el evangelio y porque el evangelio trae fe. Y sin fe, es imposible agradar a Dios.

La gente religiosa tiene muchas cosas que tú no puedes hacer, si quieres que Dios te bendiga. “Tú no puedes hacer esto. Tú no puedes hacer aquello. Es mejor que no hagas esto. Si tú haces esto vas a enfermarte. Si tú haces eso vas a morir. A Dios no le vas a gustar. Él te va a rechazar”. Ellos tienen más de “No harás…” de lo que puedas imaginar o pensar.

Jesús alimentó a 5000 hombres simplemente diciendo: “Gracias”. Cuando me di cuenta de eso, dije: “Es fácil de recordar, Gracias, que recordar todos los: No harás…”. Así que tomé el camino fácil. Pero créeme, no fue fácil sacarme lo religioso.


CAPÍTULO 6

MALDITO BAJO LA LEY


El Espíritu Santo ministra por el oír de la fe, no por las obras de la ley. La fe viene por oír la Palabra de Dios, el evangelio. La única cosa que viene por las obras de la ley es una maldición. Mira en Gálatas 3:10:

10 Todos los que dependen de las obras de la Ley están bajo maldición.

Los religiosos han puesto a los Estados Unidos de América bajo maldición, porque ellos predican: “Tú no puedes tomar, tú no puedes fumar, tú no puedes maldecir, tú no puedes hacer esto, tú no puedes comer aquello”. El diablo tiene a la iglesia de América cegada.

Los predicadores dicen: “Tú no puedes comer carne roja”. Pero el siervo Abraham mató a un becerro en la hora de más calor, Sara lo preparó para Jesús y Él lo comió. Mira en Génesis 18:7-8. Jesús es nuestro ejemplo. Si Él comió carne roja, también yo.

También hay muchas otras doctrinas seductoras: “No podemos hacer esto, no podemos hacer aquello”. ¿Tú sabes por qué? Esas doctrinas son obras de la ley, las acciones de la ley.

La gente de los Estados Unidos de América está tan amarrada con las obras de la ley que ellos están bajo maldición. Entre más oímos “No harás eso”, más se enferma esta nación.

La razón por la que los cristianos construyen centros médicos es porque los cristianos creen en: “No harás eso”. La razón por la que hay tantos doctores en la tierra es que los cristianos creen en: “No harás eso”. La razón por la que hay muchos abogados y cortes es porque los cristianos creen en: “No harás eso o no puedes a menos que te diga”. Los cristianos no saben del Dios de Abraham, Isaac y Jacob.

Una vez oí a un abogado bautista de Houston, Texas, argumentando a favor de la inerrancia de la Biblia. En lugar de eso, simplemente cree en la Biblia. Si tú eres un abogado, debes de ser capaz de leer. Se supone que estás educado lo suficiente como para leer un lenguaje sencillo. Lee la Biblia, que está escrita en un nivel de quinto grado y créela.

La razón por la que tú no crees en la Biblia es porque has sido tan cegado por el dios de este mundo, por tu educación, tu arrogancia, tu orgullo y tu intelecto, que ni siquiera puedes leer el simple evangelio: que Jesús murió y Él fue enterrado y Él fue resucitado.

En cambio, tú crees en la ley, que todo el que maneja a más de 55 millas por hora tendrán una infracción; que todo aquel que come ciertas comidas le dará cáncer o tendrá colesterol alto o tendrá un ataque al corazón; que todas las mujeres que comen ciertas comidas y toman ciertas medicinas (drogas) están sujetas a cierto tipo de cáncer en el cuerpo.

La profesión médica en los Estados Unidos dice que no va a promover, pero promueve miedo, duda e incredulidad por el bien de la salud pública: “Debes hacerte tus radiografías; debes de hacerte la revisión; debes de revisar la presión”.
Hipócritas, admitan que dicen esas cosas solamente por dinero. Tú lo sabes y yo lo sé, porque yo estuve en la medicina también.

No trates de engañar a Dios. Ni siquiera puedes engañarme. Todos aquellos que están bajo la ley están bajo maldición.

Bajo la Maldición

Tú no deberías querer estar bajo la ley. Te han enseñado la ley en tu iglesia favorita y en tu denominación favorita, pero tú no deberías querer estar en ella. Te trae maldición.

Aunque, de hecho, es que no quieres creer que Jesús murió, fue enterrado y resucitó por ti el tercer día. Tú no quieres creer que Su cuerpo fue hecho el sacrificio por el pecado, que el cambio Su justicia por nuestro pecado, Sus riquezas por nuestra pobreza, Su sanidad por nuestras enfermedades. Tú no quieres oír eso. Quieres creerle a cualquiera que tenga uno o dos títulos de doctorado, a pesar de que ellos no pueden leer la Biblia que está escrita en el nivel de quinto grado escolar.

Dios mío, ten misericordia de América, ten misericordia de la gente en esta nación orgullosa, quien no pueden creer en declaraciones simples que desafían su intelecto y la preeminencia. Déjame decirte esto, como Dios le habló a Pablo en 1 Corintios 15:25, que Jesucristo reine hasta que haya Él suprimido todo dominio, toda autoridad y todo poder.

La palabra “dominio” quiere decir tener preeminencia. Jesús suprimirá cada doctorado. Él suprimirá cada profesión y cada universidad. Él suprimirá cada juez. Él suprimirá a la Suprema Corte. Él suprimirá cada persona quien tiene preminencia, quien tiene la ley o palabra que está arriba de la Palabra del Dios.

América no te engañes. Jesús te ha venido a visitar. Él te visitará en un modo que no te gustará. Sin embargo, si tú te humillas y recibes Sus instrucciones, será vida para tu carne.

Jesús te ama. Él murió por ti. Él fue enterrado. Él resucitó al tercer día. Él está sentado a la diestra del Padre intercediendo por nuestra rebelión.

Yo era tan rebelde y arrogante como tú. Tú dices: “Todavía lo eres”. Esa es tú opinión, pero no es la de Dios. Dios da gracia al humilde y Él resiste al orgulloso. Y Él no ha empezado a resistirse a lo que digo. Él me ha bendecido y animado en las cosas que yo enseño. Y continuaré enseñando como Él continúa bendiciéndome.

Yo quiero enseñarte acerca de las bendiciones de Dios. Dios está tratando de corregir la raza humana. Él te ama. Él te ama lo suficiente como para levantar a alguien como yo, tomar mi vida y romperla en pedazos y mostrarme el evangelio, revelarme el misterio de Dios y luego hacerme hablarlo al mundo.

Todas las Naciones Serán Bendecidas

Génesis 12:1-3 declara:

1 Jehová había dicho a Abram: «Vete de tu tierra, de tu parentela y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.

2 Haré de ti una nación grande, te bendeciré, engrandeceré tu nombre y serás bendición.

3 Bendeciré a los que te bendigan, y a los que te maldigan maldeciré; …


¿Tú crees esto? ¡Gloria a Dios! ¿Tú crees que tú serás bendecido si bendices a aquellos que caminan en los pasos del fiel Abraham? ¿Tú crees serás maldito si los maldices? Bueno, Jesús lo dijo y tú serías inteligente al creerlo.

Mira en el resto del verso 3:

…y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.»

Jesús dijo: “Serán benditas en ti todas las familias de la tierra”. Probablemente nunca has reconocido que esto es el evangelio. Pablo dice en Gálatas 3:8:

8 Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: «En ti serán benditas todas las naciones.»

Notas dos cosas aquí. Primero, notas que la justificación viene por fe, no por la ley. Segundo, notas que Dios predicó el evangelio a Abraham antes que Él justificara a los gentiles por la fe.

¿Qué es el Evangelio?

… 8«En ti serán benditas todas las naciones.»

Esto es el evangelio. El evangelio es una bendición. Dios anunció el evangelio a Abraham en Génesis 12:3. Él predicó el evangelio de antemano, porque Él sabía que en Abraham todos seríamos bendecidos. Él sabía que tú y yo seríamos bendecidos por la fe.

Bendecidos con el Creyente Abraham

Gálatas 3:7 dice:

7 Sabed, por tanto, que los que tienen fe, éstos son hijos de Abraham.

En el verso 9 dice:

9 De modo que los que tienen fe son bendecidos con el creyente Abraham.

Si no tenemos fe, nosotros no vamos a ser bendecidos. Nosotros no podemos ser bendecidos por las obras de la ley. Nunca seremos bendecidos por las obras de la ley.

La Fe bendecirá tu hogar. Las obras de la ley te maldecirán. Dios no trajo la ley hasta después de 450 años después de Abraham. Él le dio la ley a Moisés y Él la trajo por una razón: para ser nuestro maestro, para traernos a Jesús.

La ley tiene la intención de ser nuestro maestro, nuestro guardián y nuestro gerente para traernos a Jesús. Después de venir a Él, nosotros ya no estamos más bajo el maestro. ¡La ley cierra la fe!

Enseñar la Ley es Brujería

Los predicadores de los Estados Unidos de América nos han enseñado la ley. Ellos me enseñaron la ley cuando estaba en la iglesia. Aprendí los Diez Mandamientos. Los recitaba.

Crecí en un hogar cristiano. Mi mamá y papá tienen más de 80 años de edad, y los dos han nacido de nuevo por más de 60 años. Mi mamá tiene raíces bautistas y mi papá tiene raíces metodistas.

Me enseñaron la ley, los Diez Mandamientos. La escuela a la que asistía en Missouri tenía los Diez mandamientos publicados en las paredes en más de un salón.

Fue un acto de Dios para la Suprema Corte de los Estados Unidos declarar inconstitucional el requisito de publicar los Diez Mandamientos en los salones. ¿Sabes por qué Él hizo que eso sucediera? Él quitó la ley y los Diez Mandamientos para que Él establezca a Cristo. Fue la misericordia de Dios en esta tierra que Él usó a la Suprema Corte para quitar la ley.

La gente religiosa en esta nación se opuso a la Suprema Corte y ha estado en contra de Dios. Ellos no conocen al Dios de Abraham, Isaac y Jacobo. Ellos ni siquiera pueden leer la Biblia que predican y dicen que creen cada palabra en ella.

¿Por qué? Porque ellos se han apartado del camino de la vida y ellos han sido fascinados (embrujados). ¡Fascinados (Embrujados)! Como Gálatas 3:1 declara:

“¿Quién os fascinó para no obedecer a la verdad?”.

La iglesia de América está amarrada con brujería. Una de las más grandes bendiciones que pueda pasar en América sería que Dios cambiara la actitud de esta nación hacia los Diez Mandamientos y la ley. Dios me dijo eso. Yo no lo dije. Él lo dijo. ¡Gloria a Dios!


CAPÍTULO 7

CONVERTIRNOS DE NUESTRA MALDAD


Dios le dijo a Abraham que en él todas las familias en la tierra serían bendecidas. Ahora voy a mostrarte como nosotros somos bendecidos. Mira lo que el apóstol Pedro dijo en Hechos 3:25-26:

25 Vosotros sois los hijos de los profetas y del pacto que Dios hizo con nuestros padres diciendo a Abraham: “En tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra.”

26 A vosotros, primeramente, Dios, habiendo levantado a su Hijo, lo envió para que os bendijera, a fin de que cada uno se convierta de su maldad.


Dios resucitó a Jesús y lo mandó para bendecirnos. Dios nos bendice al convertirnos a ti y a mí de nuestras perversidades y nuestras maldades. Hasta que Él nos convierta a ti y a mí de nuestras maldades, las bendiciones de Abraham no vendrán a nosotros. La razón por la cual la iglesia es raramente bendecida es porque la gente cree que ellos pueden caminar en sus propias rectitudes y no en la justicia de Dios.

Mira en el verso 26 otra vez y ve porque tú debes bendecir a tus enemigos. Cuando bendices a tus enemigos, Dios los corrige y los convierte de sus maldades.

Jesús me enseñó años atrás en Lucas 6:28: “Bendecid a los que os maldicen y orad por los que os calumnian”. Yo dije: “¿Por qué? A ellos no les agrado”. Así que Él me enseñó que cuando tú bendices a tus enemigos, Él los convierte de sus ataques y de sus maldades. Ellos paran de dar lugar a los malos espíritus cuando tú empiezas a bendecirlos. Tú tendrás que aprender a bendecir a tus enemigos.

Es por eso que dedico mucho tiempo bendiciendo a la gente. Pocos días pasan que no bendigo a alguien. Y espero que todos ustedes me bendigan diariamente, tres o cuatro veces. Yo tampoco quiero ir en el camino equivocado.

Las Puertas de Sus Enemigos

Jesús nos bendice al apartarnos de nuestras maldades. Él nos bendice al adueñarnos de las puertas de Sus enemigos.

Mira en Génesis 22:15-17:

15 Llamó el ángel de Jehová a Abraham por segunda vez desde el cielo,

16 y le dijo: —Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto y no me has rehusado a tu hijo, tu único hijo,

17 de cierto te bendeciré y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; tu descendencia se adueñará de las puertas de sus enemigos.


En el verso 17 dice: “tu descendencia”, es decir, la descendencia de Abraham, “se adueñará de las puertas de sus enemigos”. Sus enemigos, no tuyos.

Continuemos con el verso 18:

18 En tus simientes serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.

Tú no puedes ser una bendición para nadie en la tierra si no obedeces la voz de Dios. Tú puedes predicar la Biblia desde la luz del día hasta la noche y aun así no obedecer la voz de Dios.

Mira otra vez en el verso 17:

… tu descendencia se adueñará (apoderarse de) de las puertas de sus enemigos.

En Gálatas 3:16, Pablo nos dice quién es la descendencia de Abraham, es decir, quien va apoderarse de las puertas de sus enemigos;

16 Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su descendencia. No dice: «Y a los descendientes», como si hablara de muchos, sino como de uno: «Y a tu descendencia», la cual es Cristo.

Combina Gálatas 3:16 con Génesis 22:17 y tú verás que Jesús es el descendiente y que Jesús se adueñará de las puertas de sus enemigos. Y eso fue exactamente lo que Él hizo el día en que fue resucitado de entre los muertos. Él destruyó las obras de satanás.

Atacar las puertas del Infierno (Hades)

Jesús se adueñó de las puertas de Sus enemigos cuando Él fue resucitado de entre los muertos. No solamente se adueñó de las puertas de Sus enemigos, sino que Él nos prometió que las puertas del infierno no prevalecerían contra Su iglesia.

En Mateo 16:13-18, Jesús y Sus discípulos habían llegado a Cesárea de Filipo y Él les preguntó:

13 Al llegar Jesús a la región de Cesárea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: —¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?

14 Ellos dijeron: —Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas.

15 Él les preguntó: —Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?

16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: —Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

17 Entonces le respondió Jesús: —Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.

18 Y yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no la dominarán.


¿Por qué las puertas del infierno (Hades) no la dominarán? Porque cuando le fue predicado el evangelio a Abraham, Dios le dijo que su descendencia, Jesús, se adueñaría de Sus enemigos.

Jesús se adueñará de las enfermedades. Él se adueñará de la pobreza. Él se adueñará de la duda. Él se adueñará de la incredulidad. Él se adueñará de cualquier espíritu de brujería. Y no puede prevalecer contra Él.

Te das cuenta, Jesús dijo: “prevalecer contra”. “Prevalecer contra” me dice que tú estás en el ataque. Tú tienes que atacar al demonio. Tú tienes que atacar las puertas del infierno. Tú no puedes cruzarte de brazos, sentarte y ser religioso. Tú tienes que luchar en la guerra. Tú tienes que atacar a Satanás. Tú tienes que presionar en el Espíritu de Dios. Si es que quieres al demonio fuera de tú vida, tú tienes que tomar autoridad sobre él y echarlo lo fuera.

La intención de Dios es que tú y yo atacáramos las puertas del infierno. El tormento es el infierno. El miedo es tormento. Cualquier cosa en esta tierra que nos trae miedo y tormento es del demonio. Todas las enfermedades y dolencias son del diablo. La iglesia haría bien en creer eso.

Los predicadores de los Estados Unidos de América predican que un buen cristiano puede estar enfermo. Jesús dijo en Lucas 18:19: “Nadie es bueno, sino sólo Dios”. La única razón por la que los cristianos se enferman y permanecen enfermos es porque ellos no creen que Dios los sano. ¡Es muy sencillo!

Tú puedes predicar lo que quieras. Tú puedes condenar e intimidar a la gente, pero tú no puedes intimidar a Jesús. Él se ríe de ti día y noche, porque tú eres un predicador tonto cuando predicas que las enfermedades pueden ser de Dios. No hay tal cosa escrita en el evangelio.

Contrarío a la Paz y la Piedad

Cuando por primera vez leí Mateo 16 y oí a la gente decir: “Tú tienes que ordenar al demonio salir de tu vida; tú tienes que amarrar al demonio”, era como si ellos estuvieran hablándome con palabras vacías. Yo pensaba: “¿Por qué querrías amarrar al demonio? ¿Quién es él?

¡Mi impresión del diablo era, que él era un hombre en traje rojo con cuernos! Yo pensaba: “¿Cómo es que esa criatura pueda ser tan eficaz contra alguien?”

Mi mente estaba tan enredada con conocimiento de medicina que pensé: “¿Por qué querrías amarrar al demonio? Dale un poco de estreptomicina o penicilina o tetraciclina”. Dios tuvo que librarme de las ataduras de este mundo, para que yo pudiera ver que el demonio era el enemigo quien producía enfermedades, dolores, confusión, pobreza, conflictos, tornados, guerras, terremotos y cualquier cosa que es contraria a la paz y la piedad.

La Biblia nos dice que la descendencia de Abraham se adueñará de Sus enemigos. Jesús se adueñará del cáncer y enfermedades cardiacas. Apoderarse de eso. Levantarlo. Tomarlo y restaurar con un nuevo tejido. Si tiene Él que hacerlo, Él pondrá un nuevo corazón.

El Cuarto de las Partes de Repuesto

Una vez alguien me dijo que una persona que fue al cielo vio el cuarto de las partes de repuesto. Nunca había oído algo tan ridículo. Dios crea cosas de la nada. Si Él quiere hacer un corazón para ti, Él no tiene que traer un corazón de repuesto del cielo.

La gente dice historias como esta para que alguien escuche sus testimonios: “Bueno, he estado en el cielo y vi el cuarto de las partes de repuesto”. Me alegro que Dios me diera sentido de humor.

Yo no creo que Dios tenga un cuarto de las partes de repuesto. Un cuarto de las partes de repuesto no es una bendición. Y el evangelio es siempre una bendición.


CAPÍTULO 8

¡EL EVANGELIO ES “SÍ”!


Tú acabas de ver que el evangelio es siempre una bendición. En este capítulo, te voy a enseñar que lo contrarío a tu enseñanza religiosa, el evangelio es siempre “sí”.

Mira en 2 Corintios 1:17:

17 Así que, al proponerme esto, ¿actué precipitadamente? O lo que pienso hacer, ¿lo pienso según la carne, para que haya en mí «sí» y «no»?

Pablo preguntó: “¿Lo pienso según la carne, para que haya en mi sí y no?

¿Lo entendiste? La Palabra de Dios no es “sí y no”. ¡Escucha la Biblia! El evangelio es siempre “sí”.

Enseñanza Carnal

Si a ti te han enseñado que las respuestas en el evangelio son “sí o no”, o “sí y no”, a ti te han enseñado la enseñanza carnal. Cuando por primera vez entre al desierto carismático, este evangelio de “sí y no” se enseñaba comúnmente: “Dios contesta sí y no, espera y no ahora, y tal vez”.

Ese no es el evangelio. Eso es predicación carnal. La predicación carnal predica “sí y no”. El evangelio es “sí”, siempre “sí”. Te enseñaré esto.

Mira en 2 Corintios 1:18-20:

18 Pero como Dios es fiel, nuestra palabra a vosotros no es «sí» y «no»,

19 porque el Hijo de Dios, Jesucristo, que entre vosotros ha sido predicado por nosotros —por mí, Silvano y Timoteo—, no ha sido «sí» y «no», sino solamente «sí» en él,

20 porque todas las promesas de Dios son en él «sí», y en él «Amén», por medio de nosotros, para la gloria de Dios.


El evangelio de “sí y no” les da una ruta de escape a los predicadores religiosos por su duda e incredulidad. Si crees el evangelio, todas las promesas de Dios serán “sí” y “así sea” en Cristo para ti.

Las Promesas de Dios son “Sí”

Todas las promesas de Dios son “sí” en Cristo. Es simple. ¡La respuesta es “sí”!
Entonces, si tú oras de acuerdo a las escrituras y crees en Dios, tú siempre sabrás lo que va a pasar.

Si tú oras para recibir a Cristo y crees en Él, tú vas a recibirlo. Si tú oras para recibir el bautismo en el Espíritu Santo, con la evidencia de hablar en otras lenguas, tú vas a recibir el derrame del Espíritu Santo. Tú vas a recibirlo hablando en lenguas. ¿Por qué? Porque la promesa es “sí”. Ese es la única forma en que viene el Espíritu Santo.

Si tú oras por perdón de pecados y tú crees que Dios te perdonó cuando le preguntas, tú respuesta es “sí”. Él te perdonó cuando se lo pediste y Él borra tus pecados del libro. Además, Él los pone tan lejos de ti, como el este es del oeste y los echó en las profundidades del mar. Él no lo recuerda. Él no es el que te los está recordando todos los días.

Recordarte el pecado es uno de los principales juegos de Satanás. Parece conocer cada pecado que cualquiera haya cometido. Creo que trabaja horas extras para recordarlos. Cuando sigues a Dios, Satanás nunca duda en tratarte de detenerte recordándote el pecado.
A pesar de que Dios ha perdonado tu pecado y los haya borrado del libro y te haya liberado, Satanás todavía quiere recordarte una y otra y otra vez. Tú puedes saber en que espíritu estás caminando cuando sigues recordando tus pecados. Mejor recuerda que todas las promesas de Dios son “sí”, y en Él “Amén”, para la gloria de Dios.

Hipocresía en la Predicación de la Palabra

Los predicadores de los Estados Unidos de América deben aprender a predicar la verdad. Ellos predicarán un verso exactamente como está escrito, discutirán y debatirán que significa lo que dice. Entonces ellos predican el siguiente verso y porque ese es contrario a su doctrina, ellos dicen que significa otra cosa. La razón por la cual los predicadores americanos son de este modo es por la deshonestidad en sus corazones.

Cuando por primera vez entre en el movimiento Carismático en 1970, me dispuse a encontrar quien en América sigue a Dios. Vi hipocresía en los predicadores americanos.

Estuve en Dallas, Texas en 1973, escuchando a uno de los principales ministros de fe en América enseñando Hechos 8:12. Él dijo que muchos de los Samaritanos creyeron y fueron bautizados. En el verso 13 también Simón creyó y fue bautizado.

Este ministro dijo que Simón no era un cristiano. Las palabras “creyeron” y “bautizaban” en el verso 12 tiene exactamente el mismo significado que las palabras “creyó” y “bautizado” en el verso 13. Pero porque este hombre es hipócrita y por la deshonestidad en su corazón, él dijo que Simón no era un cristiano.

Me senté en absoluta incredulidad y asombro, que un hombre quien se llama ministro de fe sea un hipócrita como para afirmar que las palabras “creer” y “bautizar” en el verso 12 cambiaron de significado en el verso 13. Estaba aturdido. No podía creer su deshonestidad, aunque yo crecí con gente como él.
Yo no encuentro muchos ministros en esta tierra menos deshonestos que él. Ellos predican lo que ellos quieren predicar. Ellos no predican lo que la Palabra dice.

Dios ten misericordia de América, en los hipócritas de esta tierra. Ellos tienen su propia versión del evangelio y tienen miedo de hablar la verdad:

UNA PROFECÍA

Porque juicio vendrá a ellos, dice el Señor. Y ellos recibirán Mi corrección o ellos serán cortados. Porque todos oirán Mi voz. Y todos oirán Mi palabra. Y cada hombre tendrá tiempo para considerar. Porque como está escrito en Mis profetas, muchos estarán en el valle de la decisión cuando el gran día del Señor venga. Muchos estarán en el valle de la decisión y ellos tendrán que creer si Mi palabra significa lo que dice o si su doctrina prevalecerá. Porque Mis palabras tendrán preminencia en la tierra, dice el Señor. Y las cosas que yo he hablado de la boca de mis profetas se cumplirán. Porque lo he ordenado desde Mi corazón y ha salido de Mi boca y ha sucedido que Mi Hijo debería venir a la tierra. Y que Él moriría, que Él sería enterrado y Él resucitaría. Y que el primer pacto sería puesto a un lado y Él vendría a ser el mediador del segundo. Pero muchos han rechazado la palabra, dice el Señor y ellos han escogido hablar las palabras que a la gente le gusta. Ellos han escogido hablar la visión de sus propios corazones. Y ellos no han escogido hablar por el Espíritu. Porque ellos han cedido a su propia mente y su propio intelecto. Y ellos han escogido exaltar su propio conocimiento y su propia opinión en vez de humillarse y recibir las cosas del Señor. Pero muchos estarán en el valle de la decisión, dice el Señor, antes del gran día de la venida del Señor. Y ellos tendrán oportunidad de considerar, creer y recibir el evangelio de Mi Hijo. Porque yo lo he enviado y Él murió, Él fue enterrado y Él resucitó. Y Él es salvación para cualquiera que crea, para los judíos primeramente y para los griegos. Gloria a Dios. Gracias Señor Jesús.


CAPÍTULO 9

EL EVANGELIO ES CON PODER


Yo quiero que veas que el evangelio es con poder. El evangelio es siempre una bendición. El evangelio es siempre “sí”. Y el evangelio es siempre con poder.

Porque el evangelio es con poder, siempre será “sí”. Si tu versión del evangelio no es con poder, será “sí o no”. Además, no será el evangelio de Cristo.

No verás a alguien moverse en el poder cuando está predicando un evangelio que dice: “sí y no”. Es mejor que lo sepas. Los predicadores nunca predicarían un evangelio “sí o no” si se estuvieran moviéndose en poder. Ellos no pueden moverse en el poder si están predicando “sí y no”. Eso no es la Palabra de Dios.

1 Corintios 2:1-5 son versos que Dios me enseñó al principio como cristiano:

1Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría,

La palabra “sabiduría” es “habilidad”.

…Para anunciaros el testimonio de Dios.

2 pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado.

3 Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor;

4 y ni mi palabra ni mi predicación fueron con palabras persuasivas de humana sabiduría, …


Las palabras “persuasivas” son palabras “convincentes” de sabiduría humana. La predicación de Pablo no fue con palabras persuasivas de sabiduría humana o de la habilidad del hombre.

… 4 sino con demostración del Espíritu y de poder

5 para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.


Examina estos versos cuidadosamente. Son muy significativos para ti y para mí cuando caminamos en el cuerpo de Cristo. Tienes que entender que predicar como tú conoces no hará nada por ti. El evangelio es el poder de Dios para la salvación si tú crees. El verdadero evangelio es siempre con poder.

El Evangelio y la Cruz

En primer lugar, Pablo dijo que él no fue a la gente con excelencia de palabras o de sabiduría, quiere decir habilidad. Él no uso su propia habilidad. En vez de eso, él declaró a ellos el testimonio de Dios. Recuerdas 1 Corintios 2:2:

2 pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado.

¿Puedes ver eso? Pablo dijo que él se propuso no saber cosa alguna sino a Jesucristo y a éste crucificado. Eso excluye la ley. Eso excluye los Diez Mandamientos.

En 1 Corintios 15:1-4, Pablo dijo que él les enseñó primero a ellos el evangelio. Aquí en 1 Corintios 2, él dice que vino predicando a Cristo y a este crucificado.

Quiero que veas que el evangelio y la cruz son que Jesús murió, fue enterrado y fue resucitado de entre los muertos. Si Jesús fue crucificado, si Jesús murió en la cruz, entonces Él fue también resucitado, Él fue resucitado de entre los muertos. El evangelio y la cruz son lo mismo. Una vez que tú recibes esto en tu corazón, tú nunca lo perderás.

Hoy en día en la iglesia hay predicadores “del evangelio” y hay predicadores de “la cruz”. Un grupo siempre está predicando la cruz. El siguiente grupo dirá: “Yo no predico la cruz, yo predico el evangelio”.

Cuando me convertí por primera vez en Cristino, conocí gente que decía: “Todos en la iglesia nos traen a la cruz. Nosotros tenemos que dejar la cruz”. También lo hice. No sabía que era la cruz.

Entonces empecé a leer en la Biblia que la cruz es la muerte, el entierro y la resurrección de Jesús. Mi amigo, si tú alguna vez has dejado la cruz, tú has dejado a Dios. La cruz es el evangelio y el evangelio es la cruz.

La cruz y el evangelio son el poder de Dios para la salvación de cada uno que crea.
Si alguna vez quieres algo de Dios, tiene que venir del evangelio y de la cruz. Nunca dejes la cruz. Pero no te quedes ahí.

Tienes que saber que Jesús, el Jesús resucitado. La cruz no solamente incluye Jesús colgado en vigas de madera. La cruz incluye la muerte, el entierro y la resurrección de Jesús.

Hay muchos predicadores en América en muchas denominaciones que te cuelgan en la cruz y te dejan ahí. Estás ahí todos los días, sangrando y nunca mueres. Tú desearías que pudieras. Necesitas saber que la cruz es la muerte, el entierro y la resurrección de Jesús.

El Poder de Dios

El evangelio no es con sabiduría del hombre. Mira en 1 Corintios 2:3-4:

3 Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor;

4 y ni mi palabra ni mi predicación fueron con palabras persuasivas de humana sabiduría, …


Si vez a una persona predicando la sabiduría del hombre, sabrás esto, no es el Espíritu Santo. Eso es abrumador para alguien que ha estudiado y desarrollado su propia enseñanza. Predica la Palabra de Dios. Considera muertas tus propias enseñanzas, porque eso es lo que son.

Pablo no vino con palabras persuasivas de la habilidad del hombre. Él tampoco vino con palabras persuasivas. Él tampoco vino con la Palabra solamente. En cambio, él vino: “… con demostración del Espíritu y de poder” (verso 4).

¿Cómo vino Pablo? Con demostración. Notas que la demostración fue en el espíritu y con poder. La palabra “poder” es de la palabra griega dunamis y quiere decir “habilidad”.

La Sabiduría del Hombre

Pablo no vino con palabras, sino con demostración del Espíritu y poder. Él nos dice porque en 1 Corintios 2:5:

5 para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

Tú fe no debe de fundarse en la sabiduría de los hombres, en los doctores. Debe de fundarse en el poder de Dios.

1 Corintios 2:3-5 son los versos que Dios usó para convencerme que Él nunca mezcla la medicina con Su poder de sanidad. Tú no puedes mezclar la medicina y el poder de Dios porque son incompatibles. Pablo no vino con palabras persuasivas de sabiduría humana.

Los religiosos dicen: “Nosotros tenemos una clínica médica aquí. Queremos que vengan todos los enfermos. Nosotros queremos predicarles el evangelio y ofrecerles medicamentos. Vendaremos todas sus heridas. Le daremos algunas tablillas. Te mandaremos a casa a que mueras, en el nombre de Jesús”. Bueno, eso es todo lo que ellos pueden hacer, si una persona tiene una enfermedad terminal.

Pablo dijo que el no vino con sabiduría humana. Él vino con demostración del espíritu y poder. ¿Por qué?

5 para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

Que se le diga que cuente su sabiduría como nada es devastador para una persona intelectual, para una persona quien ha pasado algún tiempo estudiando. Sin embargo, Dios dijo que cuentes tu sabiduría como nada.

Yo casi he tenido éxito en contar mi sabiduría como nada, pero ha tomado tiempo. Te va a tomar tiempo también. Tú no vas a salir del desierto en un día.

Deja que Dios te Guie hacia Fuera

No seas orgulloso. No sólo decidas que vas apoderarte de este mensaje y decir: “Yo voy a salir de esto y ser perfecto un día”.

Tú no empezaste a confiar en la medicina en un día y no vas a parar en un día. Deja que Dios te guíe hacia fuera. Deja que Él te lleve paso a paso.

Deja que Él te guíe de un milagro a otro, como Él guio a la gente judía hacia fuera de la tierra de Egipto. Tomó 11 milagros para salir de Egipto. Te llevará al menos esos para sacarte de la medicina.

Es increíble cuantos milagros Dios hizo para mí, antes de que finalmente dijera: “Dios, en verdad no sanas por medio de la medicina, ¿Verdad? Él simplemente no lo hace.

Pero verás, que si tú vienes enseñando con sabiduría humana, la fe de la gente será en la sabiduría humana. Hoy es donde nuestra fe está. En los Estados Unidos de América, nuestra fe está en la sabiduría humana.

La sabiduría humana puede causar en la gente tener confianza o fe en ella. Sin embargo, no es la fe de Dios, es tu fe. Tu sabiduría es una visión de tu propio corazón. Si nosotros como ministros en esta tierra, obedeceremos el llamado que Dios ha puesto en nosotros y demostraremos el Espíritu de Dios, la fe del hombre no estará en la sabiduría humana. Su fe será en el poder de Dios.

Por favor no me mal intérpretes. Si te enfermas, ve al doctor rápidamente. No pares de ir al doctor hasta que Dios te diga que ya no vayas.

Un hombre que solía venir a la iglesia de Water of Life (Agua de Vida) quien pensaba que él era una persona de fe. Él tiró sus anteojos a la basura y sus lentes de contacto por el drenaje. Sus anteojos se quedaron en el callejón durante tres días. Los basureros no fueron a recogerla.

Él pensó que el demonio estaba deteniendo a los basureros para ir a recoger sus anteojos. Él dejó doscientos dólares, el valor de los anteojos tirados en el callejón. Dios estaba tratando de decirle: “Regresa y recoge tus anteojos, eres una persona ciega. Vas a necesitarlos”.

Él me dijo está historia y yo le dije: “Oh, mi Señor, tú estás engañado”. Él dijo: “¿Qué quieres decir? Yo tengo fe”. Yo dije: “Estás engañado”. Ese hombre no tenía fe.

No mucho tiempo posterior de eso, él vino después de haberle enseñado Deuteronomio 28 y me dijo: “No me digas que las bendiciones en Deuteronomio 28 son las bendiciones de Abraham”. Yo dije: “Bueno, ¿De quién son, entonces?” Él dijo: “Esas eran las bendiciones de Moisés”.

Yo dije: “¿No puedes leer que en Abraham todo el mundo está bendecido? Eso incluye a Moisés. ¿No puedes leer eso?

No hace falta decir, que él no se quedó en la iglesia de Water of Life (Agua de Vida) mucho más tiempo. La gente dice que cree, pero cuando hablas con ellos, tú te das cuenta que ellos no creen en nada.


CAPÍTULO 10

EL REINO ES CON PODER


El reino de Dios no es con palabra, pero con poder. El reino no es en la predicación de palabras. Es en la publicación o demostración, el evangelio, que Jesús murió, Él fue enterrado y Él resucitó.

Mira en 1 Corintios 4:19-20:

19 Pero iré pronto a visitaros, si el Señor quiere, y conoceré, no las palabras, sino el poder de los que andan envanecidos,

20 pues el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder.


El reino de Dios es en poder y el evangelio es el poder de Dios para la salvación de todo aquel que cree. El reino de Dios no es en palabra, sino en poder. Es en la habilidad de Dios.

“Envanecer” significa lleno de orgullo, sin poder, sólo orgullo. Dios no te enviará a predicar a menos que haya poder. ¿Por qué? Porque Él no quiere que la fe de las personas a las que te diriges esté fundada en la sabiduría humana. Él quiere que su fe este en el poder de Dios.

La iglesia por la que Jesucristo regresará operará en el poder de Dios. Ahora, iglesia, mantente firme, no te pongas nervioso y no abandones a Dios. Él es capaz de traernos a la tierra (prometida) que Él ha puesto delante de nosotros, si nosotros solamente creemos en Él. Él tampoco nos lastimará, cuando Él esté trayéndonos a la tierra (prometida).

Después de todo, Dios mantuvo a los judíos rebeldes caminando en el desierto durante 40 años y sus zapatos ni siquiera se gastaron. Eso es una bendición, ¿Sabías eso? En 40 años, sus zapatos ni siquiera se gastaron. Ellos murieron con zapatos que no se gastaban.
Dios también te bendecirá en el desierto. Sin embargo, solo porque tú seas bendecido no quiere decir que estás obedeciendo a Dios, ni tampoco quiere decir que Dios se agrada contigo. Dios se agrada con la gente que obedece Su Palabra.

Dios bendijo a los rebeldes con aquellas personas quienes le obedecieron. Pero los rebeldes tienen que suplicar. Ellos tienen que golpear las rocas en vez de simplemente hablarles (Números 20:10-11). Ellos murmuran. Algunos de ellos mueren. Dios tiene que abrir la tierra y enterrar algunos. Lee la Biblia y ve que esas cosas sucedieron.

Las bendiciones no significan necesariamente que tú estás obedeciendo a Dios. Depende de cómo obtienes las bendiciones. Sin embargo, si tú estás obedeciendo a Dios, siempre tendrás lo suficiente en todas las cosas, para que abundes en toda buena obra. Lee 2 Corintios 9:8 y ve.

Tú siempre tendrás suficiente en todas las cosas. Tú no estarás arriba y abajo. No habrá cimas y valles. Tú siempre abundarás en toda buena obra.

He descubierto que esto es verdad con los años. Ha sido una bendición aprender a fluir en el Espíritu, caminar en el Espíritu y ver a Dios traer las bendiciones sobre mí y alcanzarme. Créeme, he experimentado lo alternativo y no me gusto.

Ser Guiado por el Espíritu de Dios

En 1 Tesalonicenses 1:5, Pablo dijo:

5 pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre. Bien sabéis cómo nos portamos entre vosotros por amor de vosotros.

Notas como el evangelio vino:

… no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo…

El evangelio vino con la Palabra, con la habilidad en el Espíritu Santo y vino guiado por el Espíritu de Dios. Es como el evangelio debe ser predicado.

No tomes la Biblia y prediques. No tomes la Biblia con fe y prediques. Ve cuando Dios te diga. Ser guiado por el Espíritu y enseña donde Él te dice que enseñes.

Demuestra el poder donde Él te diga. Si Él te dice que no ores por alguien, Él quiere decir que no ores por ellos. Sí, Dios te dirá eso.

La gente quien predica la Palabra y dice: “Ahora ya te he predicado la Palabra; ya he hecho mi parte; ahora depende de Dios”, están engañadas. Sus corazones están duros. Ellos son guías ciegos.

Ellos que cuelan el mosquito y tragan el camello. Jesús dijo eso, yo no.

La iglesia de América, básicamente es guiada por ciegos quienes cuelan el mosquito y tragan el camello porque ellos no creen en la Biblia. Ellos no saben nada acerca del poder de Dios. Si el poder de Dios hubiera estado en la iglesia que yo fui cuando era un niño, todos hubieran huido de ella.

Mi madre vino a visitar a la iglesia de Water of Life (Agua de Vida) hace algunos años y en el camino a casa ella me dijo: “Doyle, sabes, cuando estábamos alabando a Dios, algo vino a mí”. Yo dije: “¿Qué fue, madre?” Ella dijo: “Yo creo que es el Espíritu Santo del que hablas”. Entonces ella dijo: “¿Quieres saber otra cosa? ¡Todavía está en mí!”

Dios estaba tratando de mostrarle que la gente de la iglesia a la que acude no sabe algo acerca del Espíritu Santo. Ellos saben un poco acerca de la escritura, pero nada acerca de Jesús y nada acerca del Espíritu Santo.

Cuando el verdadero evangelio es predicado, no sólo vendrá con palabra. Vendrá con poder, en Espíritu Santo y con plena certidumbre.


CAPÍTULO 11

EL EVANGELIO ES PREDICADO TOTALMENTE


Cuando el evangelio es predicado, viene con poder. Cuando el evangelio es predicado, será totalmente predicado con poderosas señales y milagros.

Pablo predicó totalmente el evangelio de Cristo en lugares que nunca habían oído el evangelio.

Mira en Romanos 15:15-19:

15 Pero os he escrito, hermanos, en parte con atrevimiento, como para haceros recordar, por la gracia que de Dios me es dada

16 para ser ministro de Jesucristo a los gentiles, ministrando el evangelio de Dios, para que los gentiles le sean como ofrenda agradable, santificada por el Espíritu Santo.

17 Tengo, pues, de qué gloriarme en Cristo Jesús en lo que a Dios se refiere,

18 porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí, para conducir a los gentiles a la obediencia. Y lo he hecho de palabra y de obra,

19 con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado (no predicó en parte) del evangelio de Cristo.


Cuando por primera vez llegué al movimiento carismático en 1970, yo oí a los ministros que recibieron el Espíritu decir: “Tú no puedes enseñar totalmente el evangelio. La iglesia de América no puede recibirlo”.

Bien, ¿Cómo sabes que ellos no pueden recibirlo si tú nunca lo predicas? Las mismas personas dicen: “No vayas a África y prediques prosperidad”. En realidad, ellos dicen que la prosperidad es un evangelio americano.

El Evangelio en África

En 1985, Dios me envió a África. Yo quería ir ahí y ver los ojos de los ciegos abrirse, porque los ojos a veces son difíciles de abrir en América. Yo quería ver los ojos de los ciegos abrirse, a los sordos oír, a los mancos caminar, a los demonios salir y otros milagros.

La primera noche que estaba ahí, Dios nos trajo a un hombre ciego. Pusimos sobre él las manos y Dios sanó sus ojos. Él tomó la Biblia y leyó. ¡Gloria a Jesús!

Yo fui tan ingenuo que le di una Biblia y dije: “Lee”. Yo no sabía si el hombre podía leer. Nunca pensé que él no pudiera leer. Él empezó a leer la Biblia. Cinco minutos antes, él no podía ver nada.

La segunda noche, Dios sanó a más gente. El tercer día, domingo, Dios dijo: “Ahora vas a hacer lo que te mandé hacer aquí. Tú vas a predicar prosperidad a esta gente”. Y nosotros hablamos sin restricción.

Nosotros tuvimos un servicio de seis horas un domingo y hablé tres horas de las seis, una hora y media de fe y la siguiente hora y media de prosperidad. Esa gente nunca se movió de sus asientos. Yo no sabía que pudiera hablar tanto.

Predique el evangelio, prosperidad a la gente que nunca lo había oído. Nuestro anfitrión dijo: “He oído a mucha gente predicar 2 Corintios 8, pero yo nunca había visto que dice”.

Bueno, esos versos son obvios, si tienes revelación. Pero si tú tienes miedo de que una persona pobre no pueda recibir el evangelio, tú no crees en Dios. La gente pobre es a la que se supone tienes que predicar el evangelio.

El Evangelio en la Ciudad de McKinney, Texas

Nosotros comenzamos una misión en la ciudad de McKinney, Texas. Cuando fuimos a la ciudad de McKinney, empezamos a dar comida, inmediatamente predicamos totalmente el evangelio hacia la gente. Yo pensé: “Dios, más despacio, esta gente me va a apedrear”. Finalmente, nosotros empezamos a agradarles.

Alimentamos 108 personas una noche. Más tarde, el santuario estaba lleno. A ellos les gusto el servicio. Incluso ellos empezaron a levantar sus manos. Al principio, ellos no levantaban sus manos. Les decíamos que levantaran sus manos y nos miraban como si estuviéramos muertos.

Sin embargo, al final, logré que levantaran sus manos. ¿Sabes cómo? Me paré al frente y levanté mis manos y los miré a los ojos. Tienes que ser valiente cuando predicas el evangelio.

Señales y Milagros

En Romanos 15:18-19, Pablo dice que él no se atrevió a hablar de algo de lo que Cristo no había trabajo en él:

18 … para conducir a los gentiles a la obediencia. Y lo he hecho de palabra y de obra,

19 con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios…


Los gentiles nunca caminarán en obediencia a Dios sin el poder del Espíritu Santo, señales y milagros. La razón por la cual pocas personas caminan en fe es porque ellos no pueden obedecer al Espíritu Santo y la razón por la que no pueden obedecer al Espíritu Santo es porque no hay señales y milagros.

En 2 Corintios 10:4-6, Pablo habla acerca de la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo. La iglesia nunca obedecerá sin el poder del Espíritu Santo, señales y milagros.

El evangelio completo de Jesucristo tiene que ser predicado. Aquellos que crean serán salvos. La Palabra será confirmada seguida de señales.

Los Dones Espirituales te Fortalecen

Finalmente mira en Romanos 1:9-12:

9 Dios, a quien sirvo en mi espíritu anunciando el evangelio de su Hijo, me es testigo de que sin cesar hago mención de vosotros siempre en mis oraciones,

10 rogando que, de alguna manera, si es la voluntad de Dios, tenga al fin un próspero viaje para ir a vosotros,

11 porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis fortalecidos;

12 esto es, para ser mutuamente confortados por la fe que nos es común a vosotros y a mí.


El propósito de los dones espirituales es para fortalecer a la iglesia. La iglesia no puede establecerse sin los dones. Es por eso que los dones tienen que trabajar en cada servicio que asistes. Debes dejar que Dios tenga la libertad de hacer lo que Él quiere hacer.

La razón por la cual la iglesia de América, tanto las de denominaciones como las carismáticas no han sido establecida es porque tienen pocos dones espirituales que se manifiestan. Ocasionalmente habrá sanidad, pero muy pocos demonios son echados. Los religiosos en América no creen que los cristianos puedan tener demonios.

La iglesia tiene que arrepentirse y creer lo que Pablo dijo en 2 Corintios 3:6. Pablo dice en el verso que Dios el cual asimismo nos capacitó para ser ministros de un nuevo pacto, no de la letra, sino del Espíritu, porque la letra mata, pero el Espíritu da vida.

Nosotros debemos ser ministros del nuevo testamento, del nuevo pacto: Jesús murió, Él fue enterrado y Él resucitó. Debemos ser ministros, no de la letra sino del Espíritu. Cuando obedecemos a Dios, la gente recibirá vida. Este es el verdadero evangelio y tiene que ser ministrado por el Espíritu de Dios.

 

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